miércoles, 28 de mayo de 2008

Off

A veces, exploradora cansada, desconecto de las palabras (words, words, swords) y me pregunto qué podría hacer dentro de un metro cuadrado de tristeza, salvo guardar una copia de todas las diásporas, preferir los silencios tensos que me dejan el alma en carne viva y palpitante, la exposición al abismo que adivino en algunas pupilas abisales. Mientras, las columnas del desparaíso se levantan, hechas de arena.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Estado lluvioso

Sobre el desierto de las horas, el cielo (ese gran agujero lleno de preguntas sin respuesta) tiene la extraña clemencia de regalarnos lluvia. Por un momento (a veces, días; a veces, horas) se nos enfangan las asfixias y se lavan los recuerdos, nacen hierbas que son nuevas posibilidades de mundos al amparo del paraguas de los tiempos que no vuelven. Entonces yo, pequeña larva, apenas gusano, a penas persona, salgo, olisqueo, limpio las piedras que voy encontrando, y me escondo en mi guarida a la espera de monstruos bonancibles.