martes, 30 de agosto de 2011

Lista (poco precisa) de cosas banales

Una mirada perdida
Una lagartija que asoma insomne por debajo del sofá a las dos de la madrugada
Un billete de metro con los viajes agotados
Los posos del café que aún recuerdan haber amado a la canela de manera subrepticia
Ser pobres para ser grandes
Dar las gracias por sentirse querido
Dejar escapar a los fantasmas que asolan tu vida
Pensar que cada día es una nueva oportunidad
El proceso de desoxidación necesario
a todo cerebro
a toda vida con tendencia a viajar en círculos
Abrir los ojos
Abrir los ojos
Abrir los ojos
Colocar los pies en el suelo
Tenerse en pie
Ir viviendo, sin aspirar
a la épica sino a la ética
La bondad en tu mirada
Los gestos intrascendentes que
cambian vidas e inauguran
(Nuevos y Buenos)
Mundos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Próximamente...

... me tiraré de un puente y saldré ilesa
me compraré todo el tiempo del mundo con una sola de tus miradas
me iré de viaje a las Quimbambas (que están más allá de las Musarañas, pasada la Luna de Valencia)
me rebelaré contra mí misma y mis
escorpiones
escupiré contra todas mis quejas almacenadas sin sentido en mi memoria caché,
esa estúpida que se empeña en recordarme cosas que no deseo

Próximamente escribiré algo tan grande que no va a caber en mi cuerpo y saldrá expulsado hacia la estratosfera de mis antiguas entrañas
me cortaré el pelo de los días pasados en vano
me reiré de todos aquellos que viven encerrados en el milímetro cuadrado de tristeza de todos los días
me olvidaré de mí misma
me tiraré a la basura
escribiré alguna estupidez como ésta
-tan llana, pero tan desengrasante-
saludaré a desconocidos y admiraré a mujeres mayores de setenta
años superados como pruebas
sabré que por fortuna no soy tan importante como para deprimirme ni tanto como
para olvidar que a los demás solemos importales más de lo que queremos reconocer.

Y es por ello que no vale quejarse de las cadenas, sino jugar con ellas
no vale lamentarse de lo no hecho, sino tomar vitaminas de resiliencia
no vale pensar
demasiado en si esto sirve para algo o si
algún día llegaremos a algo.
Mientras eso pensamos, hermano, vamos directos hacia el vertedero de almas.

viernes, 11 de febrero de 2011

Fuga

Estupidizándome a veces
Cansada del mundo
de la verdad como un pájaro absurdo que se posa cuando quiere y donde
añora los espejos de aquellos que replican y
creyendo que la verdad es la verdad es la verdad es
la verdad es que nadie sabe qué es la verdad y menos
los que se supone que lo saben
porque a veces
se estupidizan los que creen que saben
y los espejos se vuelven grandes fanáticos de las madrastras
-a quien Disney tenga en su gloria a base de manzanas-
porque no sabemos si ya
los príncipes azules existen o no, pero el Gran Walt nos libre de caer en sus brazos
salvo para descansar del cansancio que provoca
el atroz mundo de la verdad de los replicantes.