viernes, 27 de marzo de 2015

Silencio

Ante el mundo transformado en una enorme mosca carroñera, solo cabe callarse.
Ante el placer por hurgar en la herida ajena, solo cabe callarse.
Ante el estupor de los vencidos, solo cabe callarse.

Ezra Pound afina su hacha mientras Eliot afila sus cuartetos.
Es un mundo absurdamente categórico este, abcategóricamente absurdo este, que grita sus males de amor (¿quién te dijo, criatura, que algún dios iba a amarte?) mientras las bocas del hambre gritan en silencio
mientras los ojos del horror mueren en silencio
bajo el aullido atroz de una mansa muchedumbre atada a la esclavitud
de no saber qué hacer con su tiempo.

Seamos estúpidos.
Sigamos viviendo bajo el ardor
de quienes de verdad mueren
mientras lanzamos grititos de rata mercantil
que consume horas y angustias.
Seamos estúpidos,
pero, por favor,
guardemos silencio.



No hay comentarios: