jueves, 9 de abril de 2009

Cuidado, mujer peligrosa

No suelo hablar realmente en primera persona ni suelo realmente hablar de mí. No suelo mirar el suelo y por eso desconozco la diferencia entre volar o caer. No suelo hablar como mujer porque a veces me concibo casi como un ente pensante que por casualidad nació de sexo femenino, fue madre (y lo sigue siendo para siempre y con orgullo, felicidad, satisfación y todas esas cosas que casi nadie se cree pero que yo afirmo totalmente en serio) y por casualidad trabaja, escribe y vive de y por puro milagro. Vaya, como casi todo el mundo.
Pero cuando una se descubre de verdad puede ser un peligro.
Y hasta aquí puedo escribir.

No hay comentarios: