miércoles, 6 de agosto de 2008

Brotes

Azules, verdes... oscuros ríos por los que navego (a veces para llegar a mí, a veces para llegar a ti), aguas tortuosas que de repente se encalman... La vida es tan simple como un caracol marino: espiral, con olor a algas, un vacío retorcido del que surgen voces, apariencia de voces, susurros, ojos que hablan en silencio, manos que dibujan palabras en el mapa de mi piel... Sueños. Sueños que sirven para llegar a vivir, aunque no (nunca) a una conclusión. Pero eso es lo de menos. Mientras haya instantes que duren para siempre, mientras los días se alarguen o acorten al compás de nuestros anhelos... mientras se enreden nuestras respiraciones... habrá... habrá... poesía.

No hay comentarios: