sábado, 11 de febrero de 2017

Animal al acecho

Hazte cargo:
en cualquier momento puede caerte del cielo una palabra
y fulminarte a escondidas, sin saberlo,
bordeando el hielo mutante del tiempo presente,
añadiendo más nada a la nada.
Para seguir el camino que se tiende
entre los principios y los finales
tienen que diluviar palabras,
palabras que te enfanguen en el mundo
y sus andurriales,
en ese recoveco en el que por casualidad
a veces eres tú y a veces nadie.

El camino es largo, sé consciente.
A veces se convierte en desierto.
Atraviesas arenas,
te abrasas los pies
-de versos, de páginas, de besos-,
te abrazas a las últimas preguntas.
Esto es vivir, en suma
de letras
y restos de olvido.
Esto es vivir:
doblar la página y colgarte de tus musarañas.
Las musas,
las arañas:
esas fieras que te persiguen cuando el día se dobla
(como las páginas)
y te abate la ira
o la vida
o la ida
que alienta
este tenso
y cálido
momento.

No hay comentarios: