sábado, 24 de octubre de 2015

No sabes

cómo conseguir mantener la ilusión eternamente,
si tienes frío en las rodillas,
si tienes un paisaje seco en las rodillas,
si tus rodillas son el Fin del Mundo en cuanto te arrodillas.
Si, cuando viniste, ya no estabas aquí.
Si toda tú eres nostalgia de un futuro sin sentido
Si trazas letras como quien rompe corazones.

Cuando amaneciste, yo ya no estaba.
Era el humo de los días encendidos
Era el gas que reventaba las murallas de la adolescencia
Era tú, pero en otra parte,
saludándome desde lejos,
en esa tierra sin muros ni distancias en donde
            las almas
            no se encuentran.

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