domingo, 18 de enero de 2009

Tienes la cabeza a pájaros...

...me decía mi padre,
levemente ahogado por el árbol de sus pulmones,
cuando yo era niña
(quizás hace mucho tiempo, quizás ayer, quizás ahora).

Yo me enfadaba, claro. Se suponía que había que ser una "mujercita de provecho". Y me esforzaba, como todos, como todas, en ser y aparentar ser algo así como racional, algo así como un crustáceo: duro por fuera, gelatinoso por dentro.


Creo que, para variar, mi padre tenía razón: tengo la cabeza a pájaros.

Por aquí dentro, en mis bosques (de neuronas o de templos, por donde se pasea impune Polifilo insomne), campan, de hoja en hoja, de rama en rama,

pájaros,
insultantes o
incitoexultantes,
pero pájaros.

Y hola a las olas de otra vez Platón jugando al tiro al plato con aquel que más me convence:

Sócrates, el que nada sabe

Y hola, Pessoa, es decir, Fernando, y Ted y su su su sui
cida Sylvia,
y Luis de apellido García y montero, y Clarice Lispector, la de claros ojos, y el travieso William, y el rotundo e.e.,

y Bukowski, perdido en su infierno, bebiendo mano a mano
(o pie con pie) con el jovencito Rimbaud y
claro, Cortázar,
que tenía el nombre de uno de mis meses preferidos y sabía lo que era tener las cosquillas de las ganas de contar cosas, la tensión del

arco lanzapalabras
como lanzallamas
y
tantos otros pájaros
que me habitan

pero que me perdonarán por no citarlos porque,claro,

tengo la cabeza a pájaros y apenas alcanzo a saborear su canción.

No hay comentarios: