miércoles, 3 de diciembre de 2008

Vacío cuántico

Desorden, agitación, aguas indiferentes.
Ni luz, ni reposo, ni estructura.
No orden. Apenas fluctuación. Quizás una tendencia. Un difícil alejarse de lo evidente: nada hay, más allá del oscurecimiento.
Hace 13.700 millones de años comenzó el universo conocido. Sabemos que está hecho de
NADA.
70% energía oscura
29% materia oscura
1% estrellas, cometas, planetas...
... nosotros...
En qué consiste ese vacío del 99%,
gran enigma
que estudia la ciencia.
Quizá bucles.
Remolinos.
Un ir y venir.
De nosotros a nosotros.
siempre mirando más allá
siempre temiendo al más adentro.
Quizás es algo sin solución.
Mi ojo derecho tiene átomos salidos de una estrella distinta a los que retuercen mi ojo izquierdo.
Con-fusión
Complicación.
Estamos hechos de un terrible cósmico (¿cómico?)
vacío
en el que de partícula a partícula
navegan
océanos de vacío.
Todo esto, bien pensado, daría para escribir un poema
pero apenas alcanza para
ir viviendo.
Saber
que a veces el espacio se curva
SE EXPANDE
y estalla un big bang,
gran disparo
de espumas
de mares fluctuantes
que,
a velocidad extraordinaria,
convierte un punto infinitesimal
en una galaxia
que choca con otra galaxia.
Tres minutos.
Hidrógeno y helio.
Energía,
espacio,
TIEMPO
necesario para ver nacer
cien mil millones de neuronas
cien mil millones de galaxias
apenas una idea
entre el remolino de aguas fluctuantes
de trayectorias posibles
para
ver
nacer
UN
UNIVERSO.
Inmenso y necesario. Porque es inmenso.
(Sabemos que está hecho de nada. Nada sabemos.)