jueves, 13 de noviembre de 2008

Pleno día, luna llena

Amanece. Amanece siempre, a pesar de todo. Marcando mis pasos lentos el horizonte se abre en jirones azules. Día a día, abro los ojos hacia las grietas claras. Vida a vida, la luz me los saja vivos. Porque es imposible mirar fijamente al sol, hoy amanece una luna clemente. Luna llena, sol blanco. Porque es de día y es de noche. Porque es de noche y es de día. La aurora-espejo apenas me acaricia ya con rosáceos dedos. Llueve, quizá. Es el cielo, que a veces, ahora, siempre, a menudo, se viste con las gasas de lágrimas antiguas.


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