sábado, 1 de noviembre de 2008

Eautou epimeleszai

Tregua. Durante el día, regresar a mí misma. Durante la noche. Tomarme el tiempo para ser de mí. Para volver a mí. No rendirme. No sólo sobrevivir: vivir. Consolidar el estado de ánimo más allá de barros que se deshacen. Reír el paso del agua entre los dedos. Abrirme por completo al gozo de vivir. De estar viviendo. No resistirse al paso de los días. Robar rosas de las avenidas de la muerte. Colocar las flores en jarrones de horas, o de minutos, da igual. Pero sonreír, sonreír simplemente por estar aquí, por estar ahora. Llueve: crecen flores. Llueve: llueven flores. No se preguntan ellas si marchitarán: se limitan a estar. A invadirnos con su perfume. La vida: no camino recto sino recodo, rodeo, pliegue, juntura. Eautou epimeleszai: el cuidado de uno mismo. El cuidado de mí misma. Tan sencillo como este momento.

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