viernes, 3 de octubre de 2008

Algo rojo, algo alto

... Y vivo de pronto sin pensar en batallas, olvidadas las armas y los alientos de desánimo, las luchas hierro a hierro, despojada de toda prisa, suspendida el alma bajo los árboles que mecen brumas y
cielos ilusiones
de vidas vividas y por vivir y es un río el cerebro que anima las voces de los guijarros, un río que habla con el mar ahora lejano, un saltar de agua hábilmente ondulada mecida por colinas alineadas que cortan la nada... y vivo como la luz suspendida en el aire, sin aliento... después de todo, después de mí... nueva-
mente
observando lanzas
pero no de guerra
sino de presente
incendio
que brota
aquí y allí
y es
algo rojo
algo alto...

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