sábado, 27 de septiembre de 2008

Los otros yos

Levanto la cabeza: cabellohojas, brazosramas, troncocuerpo, piesraíces. Me miro: toda yo verde, océano de esperanzas en mitad del bosque. Acompañada por ramas y ramas. No es el otoño lo que hará que caigan las hojas: todo es aquí perenne. No es el viento lo que azotará los árboles de los que ya soy uno:

NUESTRAS RAÍCES SON FUERTES.
Escucho una melodía infinita en la brisa que me atraviesa:
O-U-T-R-O-S- E-U-SSSSSS...
OTROS YOS.
OTRO YO
OTRA YO
OTROS
YOS.
Entiendo, finalmente:
que las hojas son páginas por escribir
que el mar de ramas me abraza y me levanta en un vuelo
que espero
el surcar de los días
el pasaje de las horas
entre yo y yo misma
entre todas las que soy yo
entre todos los que son yo
entre tú y yo
porque
siento todo de todas las maneras
vivo en todas partes atravesando caminos que marco a pie de raíz que avanza sin al parecer moverse
y a veces me pierdo y luego me encuentro porque
ya no sé dónde acabo yo
y me digo-te digo: "¡para, escucha, aspira, respira, re-
cuerda en la que me anudo y anudo y anudo!"
No ya con extremos tensos sino sin dudas
no ya estirandorompiendo la trama de los días
no ya perdiéndome-encontrándome
Sino simplemente esperando
el fluir del mar del día a día
nadando en mi yotú porque ya no sé hasta dónde llegan mis ramas, cuán lejos acaricio el viento que me trae ahora aroma
de flores entre zarzas
ni dónde empiezas tú
porque amo los pétalos que nadan junto a pájaros que vuelan y los pétalos caídos
porque es ya este Nuevo Mundo la metáfora
de todos los Descubrimientos.
(Los montes a lo lejos, los cometas, la nieve, el frío calmo, los dardos del sol... Nada falta si somos yos)

No hay comentarios: